Me tomó harto tiempo, desde que me registré en este sitio, pensar en algo para darle el "vamos!" a mi blog. Hasta ahora. Quería inaugurarlo de manera pomposa, impresionar, publicar algo interesante, ojalá cortito, preciso y conciso. Traté de inspirarme escuchando música, leyendo a otros autores, buscando temas importantes; comentar algo de actualidad -pensé- y me di cuenta que para eso hay otro tipo de personas. Intenté contar alguna historia, narrar mi propia biografía; ingenuamente traté de partir por el título, escribí algunas cosas y mi backspace se las llevó a otra dimensión. Hasta que la casualidad me inspiró a través de imágenes. Y fue ahí donde un mensaje divino terminó por saciar completamente mi apetito bloguero: "No one cares about your blog".
Fue un mazazo a mi espíritu retórico, un golpe a mi amor propio; así, a futuro y consecuente con lo que me ha impuesto la suerte, las palabras que plasme en este lugar no serán más que un intento de mensaje lógico -como éste-.
Desde chico quise compartir con otros mis ideas, a los seis años le escribía poesías a mi mamá, más viejo escribía canciones, y mis penas de amor fueron repartidas en algunos cuadernos; toda la vida he querido escribir un libro. Y ahora... ahora escribo en un blog, gracias a que el azar me regaló el bosquejo de una polera enrostrándome la verdad y me dio fuerzas para dirigirle mis palabras a Nadie. Si de todas maneras: "A Nadie le importa mi blog".
Cuando Nadie lea esto de seguro le importará.